Para oírlo:
Y si quieres descargarlo:
http://www.ivoox.com/momo-michael-ende-30-5-2010_md_291749_1.mp3
jueves, 9 de agosto de 2012
Momo
Momo es una novela escrita por Michael Ende. Es la historia de una niña que ha de luchar contra los hombres grises, que representan la monotonía, el aburrimiento, la tristeza, la soledad. Todo lo contrario es Momo. Ella es divertida, alegre, le encanta tener amigos y aprovechar cada minuto de su vida.
Mafalda
Mafalda es una niña de unos 6 años, aunque haga más de 30 que nació. Vive en las historietas creadas por Quino y está siempre acompañada de sus inseparables Susanita, Libertad, Manolito, Felipe y Miguelito. Su hermano es Guille.
Todos diferentes, pero todos se parece a alguien: Susanita a la chica que siempre espera un novio, Manolito al que siempre piensa en el dinero, Felipe es un poco todos los chicos que quieren ser astronautas, vaqueros, moscas que quieren volar, ser libres para no tener escuela; Miguelito es el eterno preguntón. Todos, como niños, son revoltosos.
Y los padres también son representativos de todos los papás, el de Mafalda está preocupado por su familia, el de Manolito es un papá a la antigua, que es un poco bruto. Las mamás son las típicas mamás, amas de casa, que no trabajan fuera, lo que para Mafalda es un enigma.
Y ¿Mafalda? es la sabiduría personificada, se preocupa por su planeta, por el mundo, por el futuro, por la escuela, por todo, y odia la sopa. Las historietas de Mafalda siempre nos dejan pensando.
miércoles, 6 de junio de 2012
El niño comelibros
¿Por qué es mejor leer los libros que comerlos? Este vídeo nos lo explica de forma clara.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Recortable del Nautilus
Para armar tu propio Nautilus pulsar sobre la foto y entrarás en el sitio para descargarlo, si quieres seguir las instrucciones pulsar aquí.
Pinta al Capitán Nemo
martes, 29 de mayo de 2012
Veinte mil leguas de viaje submarino para leer o escuchar
Julio Verne: "Veinte mil leguas de viaje submarino"
El siguiente artículo está firmado por Guzmán Urrero y apareció en The Cult Magazine
La novela Veinte mil leguas de viaje submarino (Vingt mille lieues sous les mers) es un clásico de la literatura de aventuras, y a buen seguro, uno de los títulos más conocidos de Julio Verne.
La obra apareció en las páginas de la Magasin d’Education et de Récréation entre el 20 de marzo de 1869 y el 20 de junio de 1870.
Posteriormente, Hetzel, el editor de Verne, la publicó en un volumen doble el 16 de noviembre de 1871.
La aventura que nos narra Veinte mil leguas de viaje submarino se inicia en 1866.
La fecha no es casual: ése fue el año en que Julio Verne ha empezó a escribir esta novela, probablemente la más ambiciosa de su carrera.
Se cuenta que la idea original procedía de George Sand, quien escribió a Verne tras leer Viaje al centro de la Tierra y De la Tierra a la Luna.
En esa carta, Sand le dice “Espero que pronto nos conduzca usted a las profundidades del mar y que haga viajar a sus personajes en esos aparatos de buzos que su ciencia e imaginación pueden permitirse perfeccionar”.
Protagoniza la novela el joven profesor Pedro Aronnax, del Museo de Historia Natural de París.
Aronnax es el modelo de científico heroico y apasionado, a quien secundan Consejo, su sirviente, y el arponero canadiense Ned Land.
Sin embargo, desde que los tres acaban en el vientre del misterioso submarino Nautilus –un prodigio técnico que funciona por electricidad–, nuestro interés como lectores se desvía hacia otro personaje extraordinario, el capitán Nemo: un hombre sabio, temperamental e incluso tiránico, que ha decidido vivir su destierro en las profundidades del mar.
“El capitán Nemo –escribe Fernando Savater– utiliza su prodigioso submarino para llevar a cabo auténticos desafíos a las fuerzas naturales. Por mucho que aborrezca de los poderes terrenos y sus abusos, hay mucho en él del ímpetu fáustico que mueve a los conquistadores de imperios o a los inventores de volcánicas máquinas de guerra. Pese a que la bandera que planta en la helada soledad polar sea negra, algo en su gesto nos lo asemeja más al orgullo de Alejandro que al humanismo de Livingstone”.
Por su densidad temática y su envoltorio literario, no parece que, a primera vista, pudiera considerarse una obra juvenil Veinte mil leguas de viaje submarino.
Así lo explica el biógrafo de Verne, Herbert Lottman: “Lo que quería Hetzel para su Magasin d’éducation et de récréation era, por supuesto, obras literarias para los niños y sus padres. Ahora bien, Veinte mil leguas de viaje submarino, y también las demás ambiciosas novelas de Jules Verne, parecen, ante todo, escritas para lectores de la misma condición que el autor. ¿Podían entenderlas los jóvenes? Los adolescentes que crecían en las familias suscritas a revistas como la de Hetzel solían acudir a colegios reservados para las clases privilegiadas y tenían seguramente, por lo tanto, una capacidad de comprensión superior a la de los niños de nuestros días”.
Temas y valores
La valentía, la lealtad, la tolerancia y la justicia son valores que salen a relucir a lo largo de la trama.
No podrás olvidar...
La sociedad independiente que el capitán Nemo ha fundado en las entrañas del Nautilus.
En ese espacio reducido, al margen de leyes y banderas, salen a relucir las grandes cuestiones de nuestro tiempo.
Edad recomendada
A partir de los diez u once años de edad, habrá niños que puedan acercarse al universo subacuático del capitán Nemo.
No obstante, la novela está más indicada para lectores de doce años en adelante.
(© Guzmán Urrero Peña)
Veinte mil leguas de viaje submarino (Edición de Anaya Infantil y Juvenil)
Tras varios meses de navegación en busca de un peligroso cetáceo, la fragata que ha salido en su persecución se tropieza con él en medio de la noche.
Un terrible choque lanza al arponero Ned Land, al profesor Aronnax y a Conseil fuera de la fragata.
Nadie ignora que el supuesto cetáceo era el Nautilus, el famoso submarino del capitán Nemo.
Cuando Verne ideó la construcción del Nautilus, escribió a Hetzel, su editor y amigo: «Le aseguro que su arca estará mejor equipada que la de Noé».
Verne, que había visitado ya los centros de la Tierra y del aire, quiso bajar a los abismos del mar.
Imaginó un personaje épico, el atormentado capitán Nemo, un sabio desengañado de la raza humana, que se mueve por una de esas obsesivas reivindicaciones tan típicas de la novela de aventuras: la justicia implacable, no exenta de venganza, y la humillación del adversario.
(© Grupo Anaya)
Julio Verne
Hijo de una familia burguesa, tuvo una voluntad literaria inquebrantable.
Pese a la obligación paterna de cursar leyes y a la presión familiar para que abandonase su vocación, el escritor pudo superar las coacciones y obstáculos combinando su afición con los negocios y el amor, hasta que en 1862 obtiene su primer contrato con el editor Hetzel.
Comienza entonces a publicar la serie Viajes extraordinarios, con títulos como Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, La vuelta al mundo en ochenta días, etc., obras con las que dio forma al nuevo género novelístico de la ciencia-ficción y que la crítica acogió con gran entusiasmo.
Copyright del comentario © Guzmán Urrero Peña. Reservados todos los derechos.
Copyright de la cita de Fernando Savater (Misterio, emoción y riesgo) © Fernando Savater, Editorial Ariel. Reservados todos los derechos.
Copyright de la cita de Herbert Lottman (Jules Verne) © Anagrama. Reservados todos los derechos.
Copyright de imágenes, sinopsis y nota editorial © Grupo Anaya S.A. Reservados todos los derechos.
La novela Veinte mil leguas de viaje submarino (Vingt mille lieues sous les mers) es un clásico de la literatura de aventuras, y a buen seguro, uno de los títulos más conocidos de Julio Verne.
La obra apareció en las páginas de la Magasin d’Education et de Récréation entre el 20 de marzo de 1869 y el 20 de junio de 1870.
Posteriormente, Hetzel, el editor de Verne, la publicó en un volumen doble el 16 de noviembre de 1871.
La aventura que nos narra Veinte mil leguas de viaje submarino se inicia en 1866.
La fecha no es casual: ése fue el año en que Julio Verne ha empezó a escribir esta novela, probablemente la más ambiciosa de su carrera.
Se cuenta que la idea original procedía de George Sand, quien escribió a Verne tras leer Viaje al centro de la Tierra y De la Tierra a la Luna.
En esa carta, Sand le dice “Espero que pronto nos conduzca usted a las profundidades del mar y que haga viajar a sus personajes en esos aparatos de buzos que su ciencia e imaginación pueden permitirse perfeccionar”.
Protagoniza la novela el joven profesor Pedro Aronnax, del Museo de Historia Natural de París.
Aronnax es el modelo de científico heroico y apasionado, a quien secundan Consejo, su sirviente, y el arponero canadiense Ned Land.
Sin embargo, desde que los tres acaban en el vientre del misterioso submarino Nautilus –un prodigio técnico que funciona por electricidad–, nuestro interés como lectores se desvía hacia otro personaje extraordinario, el capitán Nemo: un hombre sabio, temperamental e incluso tiránico, que ha decidido vivir su destierro en las profundidades del mar.
“El capitán Nemo –escribe Fernando Savater– utiliza su prodigioso submarino para llevar a cabo auténticos desafíos a las fuerzas naturales. Por mucho que aborrezca de los poderes terrenos y sus abusos, hay mucho en él del ímpetu fáustico que mueve a los conquistadores de imperios o a los inventores de volcánicas máquinas de guerra. Pese a que la bandera que planta en la helada soledad polar sea negra, algo en su gesto nos lo asemeja más al orgullo de Alejandro que al humanismo de Livingstone”.
Por su densidad temática y su envoltorio literario, no parece que, a primera vista, pudiera considerarse una obra juvenil Veinte mil leguas de viaje submarino.
Así lo explica el biógrafo de Verne, Herbert Lottman: “Lo que quería Hetzel para su Magasin d’éducation et de récréation era, por supuesto, obras literarias para los niños y sus padres. Ahora bien, Veinte mil leguas de viaje submarino, y también las demás ambiciosas novelas de Jules Verne, parecen, ante todo, escritas para lectores de la misma condición que el autor. ¿Podían entenderlas los jóvenes? Los adolescentes que crecían en las familias suscritas a revistas como la de Hetzel solían acudir a colegios reservados para las clases privilegiadas y tenían seguramente, por lo tanto, una capacidad de comprensión superior a la de los niños de nuestros días”.
Temas y valores
La valentía, la lealtad, la tolerancia y la justicia son valores que salen a relucir a lo largo de la trama.
No podrás olvidar...
La sociedad independiente que el capitán Nemo ha fundado en las entrañas del Nautilus.
En ese espacio reducido, al margen de leyes y banderas, salen a relucir las grandes cuestiones de nuestro tiempo.
Edad recomendada
A partir de los diez u once años de edad, habrá niños que puedan acercarse al universo subacuático del capitán Nemo.
No obstante, la novela está más indicada para lectores de doce años en adelante.
(© Guzmán Urrero Peña)
Veinte mil leguas de viaje submarino (Edición de Anaya Infantil y Juvenil)
Tras varios meses de navegación en busca de un peligroso cetáceo, la fragata que ha salido en su persecución se tropieza con él en medio de la noche.
Un terrible choque lanza al arponero Ned Land, al profesor Aronnax y a Conseil fuera de la fragata.
Nadie ignora que el supuesto cetáceo era el Nautilus, el famoso submarino del capitán Nemo.
Cuando Verne ideó la construcción del Nautilus, escribió a Hetzel, su editor y amigo: «Le aseguro que su arca estará mejor equipada que la de Noé».
Verne, que había visitado ya los centros de la Tierra y del aire, quiso bajar a los abismos del mar.
Imaginó un personaje épico, el atormentado capitán Nemo, un sabio desengañado de la raza humana, que se mueve por una de esas obsesivas reivindicaciones tan típicas de la novela de aventuras: la justicia implacable, no exenta de venganza, y la humillación del adversario.
(© Grupo Anaya)
Julio Verne
Hijo de una familia burguesa, tuvo una voluntad literaria inquebrantable.
Pese a la obligación paterna de cursar leyes y a la presión familiar para que abandonase su vocación, el escritor pudo superar las coacciones y obstáculos combinando su afición con los negocios y el amor, hasta que en 1862 obtiene su primer contrato con el editor Hetzel.
Comienza entonces a publicar la serie Viajes extraordinarios, con títulos como Cinco semanas en globo, Viaje al centro de la Tierra, De la Tierra a la Luna, La vuelta al mundo en ochenta días, etc., obras con las que dio forma al nuevo género novelístico de la ciencia-ficción y que la crítica acogió con gran entusiasmo.
Copyright del comentario © Guzmán Urrero Peña. Reservados todos los derechos.
Copyright de la cita de Fernando Savater (Misterio, emoción y riesgo) © Fernando Savater, Editorial Ariel. Reservados todos los derechos.
Copyright de la cita de Herbert Lottman (Jules Verne) © Anagrama. Reservados todos los derechos.
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